El problema no son las coimas, sino los audios

Este martes en Caballero de Día, Roberto Caballero dedicó su editorial al escándalo de presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Advirtió que se trata de “un escándalo en proceso” que aún no mostró su desenlace, pero que “tiene bastante combustible como para que esto termine en una especie de incendio general de una administración que es de tipo colonial en la Argentina”. En ese marco, sostuvo que el gobierno “descarga sobre los sectores más vulnerables toda la crisis” mientras protege “a los poderes más concentrados de la economía”.

Con dureza, Caballero apuntó contra Javier y Karina Milei. “Sacarle a los pobres para darle a los ricos es lo más corrupto que hay”, afirmó, y sobre las denuncias en torno a la ANDIS fue más lejos: “Sacarle a los discapacitados para hacer caja es, ya diría, el Nobel de la corrupción”. Además, remarcó que “no hay Javier sin Karina, ni Karina sin Javier”, rechazando la idea de separar responsabilidades entre los hermanos.

Más adelante, denunció la connivencia de sectores empresarios y mediáticos en el esquema de coimas. “Había una droguería que estaba muy contenta haciendo de cajeros de este gobierno. Con ese dinero pueden corromper comunicadores de todo tipo, porque son comportamientos mafiosos y hay un periodismo contratado por la mafia”, señaló. También cuestionó que se intentara desviar la discusión: “Ante un escándalo de coimas hay que hablar de las coimas, de quienes pagaban y quiénes las cobraban. Acá se está transformando en un escándalo de audios”.

Caballero se refirió además a los pedidos de juicio político contra el presidente Milei, aunque se mostró cauto: “Si bien es merecido, no tiene mucho destino en la corta, porque una cosa es el grado de indignación que tenemos y otra son las posibilidades reales de que se concrete una transformación”. No obstante, destacó que “a mucha gente le cayó la ficha de que este gobierno es un gobierno corrupto”.

Por último, vinculó la situación con la corrupción estructural del neoliberalismo, evocando el menemismo como antecedente: “Estos gobiernos neoliberales son corruptos de por sí, porque el neoliberalismo es una estafa a la humanidad”. Y cerró con una definición tajante: “Lo imperdonable es hacerse millonario privando a la gente de su prótesis o de su medicamento, y lo otro imperdonable es entregar a la patria a cambio de plata. Eso pocas cosas merecen el infierno”.