En su habitual columna en Caballero de Día, Natalia Salvo se refirió a la inminente presentación de una nueva reforma laboral por parte del Gobierno, a la que calificó como un intento de desarticulación integral de los derechos colectivos e individuales de los trabajadores, al advertir que apunta a “disciplinar la fuerza de trabajo y vaciar de contenido al derecho del trabajo”.
Durante su análisis, la abogada laboralista sostuvo que el proyecto oficial retoma viejas recetas ya fracasadas en la historia argentina. Señaló que el eje de la iniciativa es la supuesta “modernización” del sistema, aunque en los hechos implica “precarización al ingreso al empleo, desregulación de la jornada, debilitamiento del salario mínimo y eliminación de las horas extras”. En ese marco, advirtió que “ser trabajador en relación de dependencia va camino a convertirse en un privilegio”.
Salvo remarcó que los tres pilares del derecho colectivo —sindicatos, convenios colectivos y derecho de huelga— están en la mira del Ejecutivo. “Son las columnas vertebrales que permiten defender el salario y las condiciones de trabajo. Sin esas herramientas, el trabajador queda solo frente al empleador”, sostuvo. También alertó sobre las modificaciones que excluirían de la Ley de Contrato de Trabajo a monotributistas, trabajadores de plataformas y colaboradores de independientes.
En relación con el salario mínimo, recordó que fue instaurado por decreto en 1945 para garantizar un piso de protección por el tiempo que el trabajador pone a disposición del empleador. “Eliminarlo es volver a pagar por obra realizada, sin reconocer la dignidad del tiempo de trabajo”, afirmó. Además, cuestionó los cambios en vacaciones y jornada laboral, al subrayar que “no existe libertad real cuando hay necesidad”.
La especialista también apuntó contra los cambios en el régimen indemnizatorio y la creación de fondos de cese laboral. “Es hacer que el propio trabajador financie su despido, además de abrir la puerta a la especulación financiera”, advirtió, tras señalar que ya existen regulaciones de la Comisión Nacional de Valores orientadas a ese esquema.
Por último, Salvo alertó sobre nuevas restricciones al derecho de huelga, tanto por la limitación de su titularidad como por la ampliación de los servicios esenciales. “Todo esto configura un verdadero Frankenstein jurídico que choca de frente con la Constitución Nacional y los convenios internacionales”, concluyó. Y recordó las palabras de Héctor Recalde en los años ’90: “Los trabajadores no son conejillos de Indias para experimentar reformas que nunca crean empleo, pero sí recortan derechos”.
