En su columna de Un Buen Comienzo (lunes a viernes de 7 a 8hs por AM 530, con Nicolás Mársico), Daniel Rosso analizó el surgimiento del espacio Provincias Unidas, conformado por seis gobernadores: Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz). Según el analista, el grupo busca instalarse como una alternativa “moderada” entre el mileísmo y el kirchnerismo, pero en realidad —advirtió— “se presenta como opositora para después gestionar públicamente como oficialista”.
En ese sentido, Rosso explicó que detrás del discurso de equilibrio político se esconde una agenda económica alineada con los intereses de Estados Unidos. “Dicen sí a los votos y no a los vetos, pero luego promueven las mismas reformas laboral, impositiva y previsional que impulsan los funcionarios norteamericanos”, señaló. Según el periodista, este armado provincial “intenta usar las próximas elecciones para legitimar una agenda postelectoral de ajuste y entrega de soberanía”.
Más adelante, Rosso profundizó en el objetivo de estas reformas, que apuntan a reducir los ingresos de trabajadores y jubilados para atraer inversiones extranjeras. “La reforma laboral supone menos salario y peores condiciones de trabajo; la impositiva, menos impuestos para las empresas norteamericanas que vienen a llevarse todo con rentabilidad enorme”, advirtió. En esa línea, recordó que la propia directora del FMI, Kristalina Georgieva, “celebró a los países que bajaron jubilaciones y salarios entre un 40 y un 50%”, dejando en claro el destino de esas políticas.
Finalmente, Rosso cuestionó a dirigentes como Facundo Manes, que enfocan su discurso contra el kirchnerismo en lugar de denunciar la injerencia extranjera. “Estando el pueblo norteamericano casi cogobernando la Argentina, ¿de verdad el problema es el kirchnerismo?”, ironizó. Y cerró con una advertencia: “Nunca estuvo más claro que votar a Milei o a estos planes B del ‘Gran Capitán Norteamericano’, como Provincias Unidas, es votar contra el propio salario”.
