Editorial de Roberto Caballero
Este martes, Roberto Caballero presentó su editorial en Caballero de Día (AM 530 – Somos Radio), bajo el título «Llueve sopa y nosotros con tenedor». En su intervención, el periodista aseguró que “Milei está en su peor momento” y advirtió que, por extensión, “también la Argentina atraviesa una situación muy delicada”. Caballero subrayó la fragilidad del gobierno, que –según señaló– se sostiene únicamente gracias al respaldo del poder económico concentrado.
Con un tono crítico, apuntó contra el modelo que impulsa el oficialismo: “La clase dominante argentina pretende para el país un rumbo con mucha gente afuera y con salarios muy bajos”. A su entender, ese proyecto es inviable, ya que “la soberanía popular atenta contra sus negocios”, lo que explica el embate constante contra la democracia y contra referentes como Cristina Fernández de Kirchner.
También se refirió a la política exterior del gobierno, remarcando que “Argentina tiene poca incidencia” en el escenario internacional actual. Ironizó sobre la alineación con Donald Trump y calificó la diplomacia oficial como “la política exterior koala de Javier Milei”. Además, sostuvo que el país ha dejado de ser un “socio confiable” para potencias como China y Rusia.
Caballero destacó, además, el cambio de clima político que representa la reciente movilización de la CGT, que –dijo– empieza a salir de su “letargo”. La convocatoria a paros, interpretó, indica que el sindicalismo percibe una pérdida de poder del oficialismo: “Si la CGT se anima a esto es porque huelen que ese poder que tenía Milei el año pasado hoy ya no tiene la misma fuerza”.
En paralelo, el periodista reflexionó sobre la falta de conducción en el peronismo, señalando que “hay mucha gente esperando que el peronismo tenga algo para decir”. Aunque reconoció que no todos comparten la misma visión, remarcó que “la única que dice y dice en serio es Cristina”.
Finalmente, cerró con la metáfora que da nombre a su editorial: “Llueve sopa y nosotros con tenedor”, una imagen potente que refleja la frustración de un pueblo que atraviesa una profunda crisis alimentaria y económica. “Uno se pregunta: ¿cómo puede ser que no hayan podido acordar en esa cantidad de horas, teniendo más cosas en común que diferencias?”, cuestionó, sintetizando la impotencia frente a un contexto adverso y una dirigencia política que no logra estar a la altura del momento.