Editorial de Roberto Caballero
En su editorial de este lunes en Caballero de Día, el periodista Roberto Caballero trazó un potente paralelismo entre la violencia histórica del antiperonismo y el presente político argentino. Recordó el levantamiento cívico-militar del 9 de junio de 1956, reprimido con fusilamientos, como parte de una historia trágica en la que el cuerpo del peronismo ha sido sistemáticamente violentado: desde los bombardeos de Plaza de Mayo hasta el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner. Para Caballero, lo que define a la política argentina no es tanto el peronismo como el odio visceral que despierta en sus opositores: “el fenómeno es el antiperonismo”, sostuvo, aludiendo a una reacción elitista contra cualquier avance popular que cuestione privilegios y rentabilidades corporativas.
Caballero apuntó directamente contra la Corte Suprema, a la que definió como “los patovicas del poder económico”, y denunció que el intento por proscribir a Cristina Fernández no responde a pruebas ni evidencia judicial, sino al temor que genera su capacidad de interpelar a millones. “Le tienen miedo a sus votos, a lo que representan”, insistió. A diferencia de otros expresidentes, recordó, Cristina se despidió con una Plaza de Mayo colmada, una señal de que su liderazgo encarnó una época de dignidad, derechos y felicidad para los sectores populares. “La gente no era leal a Perón por su carisma, sino por el juguete, la salud, la vivienda, el salario digno”, explicó, subrayando la raíz emocional y política de la lealtad peronista.
En ese marco, advirtió que se intenta impedir que esos votos vuelvan a poner en tensión el orden desigual vigente. “La legalidad en Argentina ya se emancipó de la justicia”, afirmó, denunciando un sistema que protege a los poderosos y castiga a quienes los enfrentan. Caballero señaló que la ofensiva judicial contra Cristina es también una amenaza contra quienes aún se identifican con el peronismo en medio de un contexto adverso, en el que el presidente Javier Milei, desde el extranjero, arremete contra el socialismo y la democracia misma.
Finalmente, destacó la valiente posición de la dirigente del Frente de Izquierda Myriam Bregman, a quien elogió por denunciar públicamente la persecución judicial contra Cristina como una violación a la soberanía popular. “Ha estado a la altura de la historia”, valoró Caballero, reconociendo que incluso sectores tradicionalmente alejados del peronismo pueden asumir posturas democráticas frente al avance autoritario. Con ese reconocimiento, cerró una editorial que combinó memoria, diagnóstico político y un llamado urgente a la defensa de los derechos y de la Constitución real, no como letra muerta.