La abogada y analista Natalia Salvo cuestionó el gesto de Patricia Bullrich de restituir el nombre de Ramón Falcón a la Escuela de Cadetes de la Policía Federal Argentina y advirtió que el gobierno impulsa una agenda de represión, ajuste y pérdida de derechos laborales.
En su columna en Caballero de Día, la abogada laboralista y analista política Natalia Salvo alertó sobre lo que definió como una “restauración conservadora” en el país, vinculando las recientes decisiones del gobierno en materia de seguridad con una agenda de recorte de derechos sociales y laborales.
Salvo se refirió al acto encabezado por la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la Escuela de Cadetes de la Policía Federal, donde anunció que el establecimiento volverá a llamarse “Ramón Falcón”, nombre que había sido reemplazado en 2011 por el de Ángel Pirker, un funcionario policial reconocido por su compromiso con la democratización institucional.
“La ministra reivindicó a Falcón, quien fue jefe de Policía durante la presidencia de Roca y responsable de la represión a huelgas obreras y de inquilinos a comienzos del siglo XX. Lo llamó un ‘fundador’ de la institución, ignorando que fue también un perseguidor de militantes sociales”, señaló Salvo, al recordar que Falcón participó activamente en la represión de trabajadores y que fue asesinado en 1909 por el anarquista Simón Radowitzky, en respuesta a esas matanzas.
Para Salvo, el gesto de Bullrich no fue un hecho aislado, sino “una señal de época” que expresa “la ofensiva cultural y política de una derecha que busca naturalizar la represión y el ajuste”. “No hay ajuste sin represión y sin quita de derechos sociales”, advirtió.
La abogada también cuestionó la orientación de la política penal y laboral del oficialismo. “La ministra habló en un acto junto a Cecilia Pando y funcionarios ligados al integrismo militar y judicial. Están preparando un Código Penal punitivista y una reforma laboral regresiva”, afirmó.
Según explicó, los borradores que circulan desde el oficialismo contemplan la eliminación de la ultraactividad de los convenios colectivos, la ampliación de la jornada laboral y la posibilidad de pagar indemnizaciones en cuotas. “Buscan reinstalar condiciones de trabajo propias de principios del siglo pasado: menos derechos, más precariedad y control sobre los trabajadores”, sostuvo.
Salvo concluyó que el proceso actual combina “represión, ajuste y restauración simbólica de figuras autoritarias” como parte de un mismo proyecto político. “La cultura y los derechos van de la mano. Lo que está en juego es el sentido mismo de la democracia social argentina”, remarcó.
