En su editorial para El refugio, el periodista Osvaldo Quiroga cuestionó el discurso y las decisiones del Presidente, a quien acusó de sustituir “el mundo compartido por un mundo privado” y de avanzar con un plan para “destruir la democracia” en el país.
Al inicio de su intervención, Quiroga citó al psicoanalista Daniel Salerno para describir el clima político actual: “La psicosis implica sustituir el mundo compartido por un mundo privado”. Desde esa definición, planteó que la narrativa del gobierno nacional responde a un esquema de “delirio político” en el que se mezclan referencias religiosas y promesas mesiánicas.
“Cuando escuchamos que en la Casa Rosada están ‘el Uno y Moisés’, que el presidente fue gladiador, león, y que las fuerzas del cielo resolverán los problemas del país, estamos en el terreno de la locura”, afirmó. Según el conductor, esta lógica “convierte al ciudadano en mártir por una promesa futura” que posterga soluciones concretas a la crisis social y económica.
El periodista advirtió que la estrategia oficial no es anecdótica: “El objetivo del gobierno es destruir la democracia. No se trata de un carnaval festivo, sino de una obra de destrucción permanente”. En ese sentido, cuestionó la incorporación de figuras mediáticas como candidatos a cargos legislativos: “¿Qué ley puede elaborar alguien cuya única experiencia es posar en Playboy o hacer streaming con termos en la cabeza?”.
Quiroga también criticó el desinterés del Ejecutivo por el debate parlamentario, al recordar que mientras se discutía la emergencia por discapacidad “el presidente y su hermana organizaban un concierto en la Casa Rosada”.
Pese al diagnóstico pesimista, destacó la reciente aprobación de proyectos en defensa del financiamiento universitario, del Instituto Nacional de Teatro y del INTA. “Hoy se salvaron instituciones que hacen a la economía y la cultura del país. Vendrán los vetos, pero hay resistencia”, sostuvo.
Finalmente, llamó a reforzar el sistema democrático como único antídoto contra el “delirio” presidencial: “Si se permite que avance ese mundo privado, se pierde la democracia. Con todos sus defectos, la democracia es lo mejor que tenemos desde la dictadura genocida”.
