Jonathan Navarro fue herido con un balazo de goma en el ojo durante la represión en la Plaza de los Dos Congresos el 12 de marzo pasado. Su abogado, Pablo Zapulla, aseguró en Bonavitta 530 que hubo “una decisión política de desalojar brutalmente” la protesta y denunció que se trató de un caso de violencia institucional.
Zapulla explicó que, gracias a una reconstrucción realizada junto a la organización El Mapa de la Policía, se logró establecer el momento y la distancia exacta del disparo: cinco metros. La denuncia, presentada originalmente por lesiones gravísimas agravadas por abuso de la función pública, podría ser recalificada como tentativa de homicidio, ya que “el manual del fusil Birna TCR advierte que un disparo a corta distancia y a la cabeza puede ser letal”, señaló el letrado.
Además, el abogado remarcó que el caso de Navarro no fue un hecho aislado: “Tres minutos antes, en la otra punta de la plaza, un gendarme disparó contra la cabeza de Pablo Grillo. Son dos hechos en simultáneo, en puntos distintos, que expresan una misma lógica de disciplinamiento”.
En ese sentido, apuntó directamente contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y pidió que la justicia investigue la responsabilidad penal de toda la cadena de mando. “No hay proporcionalidad, gradualidad ni excepcionalidad. Se incumplieron todos los principios del uso legítimo de la fuerza. No tengo dudas: hay una decisión política de disparar a los ojos”, concluyó.