En el capítulo especial del ciclo conducido por Diego Sztulwark, Juan González y Daniel Tognetti, contó con la participación del investigador Facundo Milman, especialista en pensamiento judío y coautor del libro Las Fuerzas del Cielo: Argentina, Milei y los judíos. Una conversación clave para comprender la dimensión teológica y simbólica del vínculo entre el mandatario y el judaísmo, en un contexto global marcado por la escalada entre Irán, Israel y Estados Unidos.
Durante el episodio de Galaxia Milei, se exploraron las raíces del acercamiento espiritual del Presidente al judaísmo. Según Milman, todo comenzó en 2021, cuando el economista libertario fue presentado al rabino Shimon Axel Wahnish —actual embajador designado en Israel— en un encuentro descripto como “cabalístico”. A partir de allí, el vínculo con la tradición judía se profundizó: Milei comenzó a estudiar la Torá, mantuvo reuniones frecuentes con Wahnish y llegó incluso a prometer su conversión formal al judaísmo.
“En la narrativa religiosa de Milei hay una progresión: primero se presentaba como Aarón, el hermano de Moisés, y ahora se identifica con Moisés mismo”, explicó Milman, aludiendo a la figura bíblica que lideró al pueblo hebreo hacia la libertad. Según esta lectura, Karina Milei habría jugado el rol de mediadora, tal como Aarón hablaba por Moisés. Hoy, en cambio, el Presidente se ubica como el “héroe máximo de la libertad”.
El episodio abordó también la decisión del gobierno argentino de trasladar su embajada a Jerusalén. Según Milei, esa resolución no es solo diplomática, sino espiritual: “lo estableció el Uno”, dijo, en alusión directa a dios. Milman advirtió que este tipo de fundamentos “trasladan el eje del derecho internacional a un plano teológico” y alertó sobre las implicancias geopolíticas y simbólicas de intervenir en un territorio que es considerado sagrado por las tres religiones monoteístas.
Consultado sobre la relación entre Milei y el mesianismo, Milman afirmó que existe “una teología política pura, con una mezcla peligrosa” en el discurso presidencial. “Él no solo busca referencias religiosas para justificar decisiones políticas. También interpreta episodios de su gobierno como si fueran escenas de la Torá”, sostuvo.
El análisis se extendió a la transformación ideológica de parte de la comunidad judía argentina, que en las últimas décadas ha virado hacia posiciones más conservadoras. Milman explicó que, tras los atentados y el rol de las instituciones comunitarias durante los años 90, muchos judíos progresistas se desvincularon de las estructuras formales. “Hay un judaísmo desinstitucionalizado que no se ve representado en AMIA ni en DAIA, y que incluso es atacado por ellas”, señaló.
En el tramo final del Galaxia Milei, surgió la figura de Conan, el perro presidencial fallecido y convertido en emblema místico del mileísmo. Milman ironizó: “Como él mismo dice, el perro es ‘todo corazón’. En hebreo suena casi espiritual. Un rabino podría encontrarle un lugar en la narrativa”.
El capítulo cerró con una reflexión sobre el filosemitismo contemporáneo: “Hoy se puede ser antisemita sin pagar el costo, simplemente diciendo que se ama a Israel. Es una fascinación que esconde otras cosas. Y el modelo actual de Israel, con Netanyahu, es el de un guerrero occidental. La derecha global necesita eso”, concluyó Milman.