Editorial de Roberto Caballero
En su editorial de este viernes en Caballero de Día (AM 530, Somos Radio), el periodista Roberto Caballero tituló su intervención El segundo último día, una metáfora para describir el momento político que atraviesa el gobierno de Javier Milei.
«Ustedes sabrán —arrancó—: los pibes, cuando están por terminar el secundario, el primer día del último año hacen algún lío, salen a hacer bochinche porque es su primer último día. Y, a medida que pasa el año, cada jornada se vive como el último día de la secundaria». Algo similar, sostiene Caballero, le ocurre al gobierno de Milei: “Tiene varios últimos días”.
El primer último día, según el periodista, fue cuando el gobierno recurrió nuevamente al Fondo Monetario Internacional. “Un gran fracaso de su política —dijo—. Ningún gobierno exitoso va al Fondo a pedir plata; al contrario, se desendeudan. Ese fue, sin dudas, su primer último día. Cristina lo venía anunciando: dijo que el reloj de arena se había dado vuelta. Comenzaba el desgobierno”.
Ahora, dice Caballero, estamos ante el segundo último día. El motivo: el fallido viaje de Milei a Mar-a-Lago, donde fue en busca de una foto con Donald Trump. “¿La consiguió? ¿Alguien vio la foto de Trump con Milei? No. No la consiguió”. Pero no solo eso: tampoco logró el aval de Mauricio Macri para colonizar la Corte Suprema. “Macri, que fue su rueda de auxilio durante todo el primer año, ahora le negó la posibilidad de copar la Corte”, señaló.
Para Caballero, esa Corte —gestionada y dominada por el macrismo, especialmente el sector ligado a Comodoro Py— sigue bajo el control de Macri. Y fue, justamente, en el Senado donde Milei recibió un “profundo cachetazo”: “Se lo puso la política. La antipolítica recibió un límite”.
Ese cachetazo —continuó— va dedicado a jubilados y jubiladas que han soportado sueldos miserables en un contexto de inflación brutal, pero también a quienes vieron con asombro cómo este gobierno cierra organismos clave como la Secretaría de Derechos Humanos o el predio de la ex ESMA. “Fue un golpe institucional, en la mismísima Cámara de Senadores, y se lo merecía”.
Caballero también destacó el discurso de Axel Kicillof en el Teatro Argentino de La Plata. “Brillante economista, y por eso buen gestor. En la primera parte, estuvo excelente: su análisis de la política arancelaria de Trump y del momento del capitalismo global fue para aplaudir. En la segunda, ya no tanto. Planteó una cuestión de autoridad, pero la autoridad no se reclama: se ejerce. Esa es una debilidad que quizá viene de su formación política”.
El conductor también hizo una autocrítica sobre la épica militante. “Nosotros nos quedamos en la parte épica: rompemos, chocamos, luchamos. Pero el 98% de la política es negociación, articulación, coordinación. Es administrar el barro. Por eso, un buen político no siempre viene de la universidad; es alguien que maneja egos, vanidades, correlaciones de fuerza”.
Sobre el final, Caballero volvió al eje central: “Milei atraviesa su segundo último día. Y de aquí en más, todos van a ser sus últimos días. No se va mañana, pero se está yendo. Las ruedas de auxilio —primero Macri, ahora el FMI— solo le permiten seguir un poco más. Pero el rumbo es equivocado. Y así no se llega a ningún lado”.
Y remató: “El Senado le dio el cachetazo que se merecía, para enderezar al pequeño hombrecito y recordarle que llegó con votos prestados. Eso fue lo que hizo Macri. Y también un peronismo que, gracias a Cristina Fernández de Kirchner, estuvo donde tenía que estar. Porque el peronismo, cuando hace los deberes de la derecha, deja de serlo. Pero cuando está en su lugar, es la contraseña de la sociedad argentina para mejorar su vida”.
“Dicho esto… ¡Feliz segundo último día, Milei! Y por todos los últimos días que te vienen encima”.