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«El sector del juguete está atravesando un año muy duro y no logra revertir la caída»

El referente de la Cámara del Juguete, Julián Benítez, dialogó con Un buen comienzo sobre la situación crítica que atraviesa la industria, marcada por la retracción del consumo, la fuerte caída del comercio tradicional y un desempeño del comercio electrónico que, si bien crece, no alcanza para compensar el retroceso general de las ventas.

Benítez señaló que el Día del Niño dejó un balance negativo, con una caída general del 5% y un desplome cercano al 20% en el comercio de la calle. Si bien las ventas online mostraron un buen rendimiento, explicó que ese canal representa apenas entre el 25% y el 30% del total, mientras que las jugueterías de barrio concentran alrededor del 75% del mercado. “Cuando a ese canal le va mal, por más que el comercio electrónico funcione, no se logra revertir la caída”, sostuvo.

En ese marco, el dirigente rechazó la idea de que el fenómeno responda únicamente a un cambio de hábitos de consumo. Afirmó que existe una contracción real del consumo y que el crecimiento del e-commerce sólo refleja el comportamiento de un segmento limitado de la población, sin impacto suficiente en el volumen total de ventas del sector.

Respecto de las proyecciones, Benítez se mostró cauto y advirtió que, tras varios meses consecutivos de malos resultados, el sector se encamina a cerrar el año con una baja en las ventas. “Navidad y Reyes tienen que ser muy buenos para revertir la caída anual, y hoy vemos ahí un gran desafío”, indicó.

En cuanto a los productos más demandados, detalló que lideran las ventas los juguetes vinculados al aire libre —como lanzadores de agua, inflables y artículos para la plaza—, seguidos por los didácticos para primera infancia, bloques y juegos de mesa. También mencionó una demanda sostenida de peluches interactivos importados, aunque con precios más elevados.

Finalmente, precisó que el ticket promedio ronda los 22.000 pesos en las jugueterías de barrio, mientras que en las grandes cadenas, donde predominan productos importados de mayor valor, el gasto promedio asciende a unos 49.000 pesos, reflejando las dificultades del consumo y la disparidad entre canales de venta.

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