El diputado nacional Rogelio Iparraguire dialogó con Siempre es hoy acerca de la parálisis del proyecto para regular las apuestas online, el lobby del fútbol y el impacto social de un negocio que está dañando a toda una generación.
El diputado Rogelio Iparraguire advirtió que el proyecto para regular las plataformas de apuestas online perderá estado parlamentario en los próximos días y consideró que el Senado “no estuvo a la altura” de enfrentar el lobby del sector. El legislador, impulsor central de la iniciativa aprobada en Diputados con respaldo multipartidario, sostuvo que se trata de “una batalla perdida contra poderes que capturan nuestra atención y convierten el tiempo en mercancía”.
Recordó que la propuesta debió atravesar seis comisiones en la Cámara baja, en medio de presiones de empresas, operadores y organismos provinciales. Ese recorrido, dijo, terminó fortaleciendo el consenso político alrededor de un texto que incluye controles biométricos, límites a las apuestas, prohibición de tarjetas de crédito y regulación de influencers. “No era una ley para menores: era para la sociedad entera. Los pibes no bajan de un plato volador; crecen en un mundo donde los adultos ya gamificamos el dinero”, apuntó.
Iparraguire señaló al poder del fútbol como actor clave del freno legislativo. Afirmó que dirigentes y operadores del sector se movilizaron con mayor intensidad en el Senado y defendieron el ingreso publicitario de las casas de apuestas como indispensable para la actividad. “Instalaron una falsa disyuntiva: o esta ley o se rompe el fútbol. Lo que se está rompiendo es la sociedad”, señaló, y recordó casos de deportistas utilizados como imagen de plataformas dirigidas a público joven.
El diputado lamentó que el negocio avance sin controles en un contexto de precariedad laboral, proliferación de “brokers de barrio” y esquemas de estafa digital. Mencionó además que el actual secretario de Niñez proviene de una de las principales casas de apuestas del país, lo que, dijo, “explica la afinidad ideológica del Gobierno con este modelo”.
Iparraguire advirtió que en otros países ya hay regulaciones estrictas —como Alemania o la Premier League inglesa, que retiró la publicidad central en camisetas— y sostuvo que el debate argentino quedó dominado por intereses económicos. “Estamos intoxicando una generación. Es un costo demasiado alto”, resumió.
El legislador pidió responsabilidad a quienes frenaron la iniciativa y expresó su preocupación por la falta de reacción dentro de la propia oposición. “Los nuestros están haciendo poco. El lobby del fútbol tiene una capacidad de influencia enorme, también sobre este lado del río”, advirtió.
“Si el proyecto cae, será una derrota frente a un poder que necesita a la sociedad aislada y frustrada. Pero habrá que volver a dar la pelea”, concluyó.
