En su columna en Un Buen Comienzo (AM 530), el sociólogo y analista político Daniel Rosso reflexionó sobre las elecciones y el papel del miedo como herramienta política del neoliberalismo, en un contexto donde lo local y lo global parecen haberse superpuesto. “Lo que se produjo en el período preelectoral fue una superposición entre la esfera pública local —donde hablan los dirigentes argentinos— y la esfera pública global —donde se mueven los líderes internacionales—. En una misma línea estaban Milei, Trump, Scott Bessent y otros referentes del poder mundial”, explicó Rosso.
Según el analista, esa mezcla de planos tuvo consecuencias directas en la conformación del voto popular: “La influencia de Trump, Bessent y del funcionariado norteamericano sobre la voluntad popular fue muy fuerte. Generaron y movilizaron el miedo. La verdadera campaña del miedo fue del oficialismo. El neoliberalismo en la Argentina siempre moviliza el miedo: el terrorismo de Estado es su sustrato estructural. Tomaron ese activo histórico y lo reactivaron con otras formas, el mismo terror del 76, pero reciclado.”
En ese sentido, Rosso señaló que el mensaje de Trump —“voten del modo que yo les digo, porque si no se viene la noche más oscura”— no fue una casualidad, sino parte de una estrategia global. “El guerrero global que hoy levanta las armas en Ucrania, en Israel, en la Franja de Gaza, fue quien habló al pueblo argentino. No fue cualquiera”, afirmó. Y agregó que, para un sector de la sociedad, “Trump llegó a representar una especie de esperanza. En esa paradoja, el imperialismo se convirtió para algunos en un proyecto nacional”.
Hacia el final, Rosso vinculó su análisis con el legado de Hebe de Bonafini y las Madres de Plaza de Mayo. “Estamos hablando del terror, y Hebe fue la gran exponente de cómo enfrentarlo en la Argentina. Ella tenía una fórmula: se paraba frente a los caballos, ante tipos armados hasta los dientes, y traspasaba el miedo. Hoy la dirigencia política tiene vacante esa tarea: saber qué hacer con el terror, porque la derecha lo moviliza todo el tiempo”, concluyó.