En Caballero de Día, Cynthia Ottaviano analizó el nuevo avance del gobierno de Javier Milei contra los derechos laborales y comunicacionales, al intentar derogar el histórico Estatuto del Periodista Profesional. Desde el inicio, la defensora de audiencias recordó que la ley 12.908 —oculta entre las “derogaciones” del proyecto de reforma laboral— había garantizado durante décadas la estabilidad, la profesionalización y la libertad de expresión para trabajadores y trabajadoras de prensa. “Para venir por lo que tenemos, vienen por lo que somos”, afirmó, subrayando que la iniciativa oficial buscaba aniquilar derechos conquistados desde el peronismo hasta hoy.
Más adelante, Ottaviano repasó los numerosos intentos de los poderes mediáticos por destruir este marco legal y evocó luchas históricas del gremio, como las de los años 90, cuando periodistas de la UTPBA resistieron durante 27 horas en el Congreso para impedir su derogación. También recordó la vigencia simbólica del estatuto en la formación profesional, en su vínculo con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y en la defensa de instituciones culturales como el INCAA, el INAMU, la Casa del Teatro, Radio y Televisión Argentina y la Defensoría del Público. Según señaló, el oficialismo avanzaba ahora sobre todos esos fondos específicos “camuflado en una supuesta modernización laboral”, mientras desmantelaba estructuras esenciales para la cultura y la comunicación.
Con el mismo ímpetu, Ottaviano reivindicó la ética y la tradición del periodismo argentino —de Rodolfo Walsh a Paco Urondo, de María Seoane a Stella Calloni— frente a la estigmatización impulsada por sectores de poder. Remarcó que el estatuto garantizaba estabilidad para investigar sin miedo a despidos, persecuciones o aprietes, y recordó que la propia Constitución reconocía el derecho a proteger las fuentes. “El periodismo es el aire de la democracia”, sostuvo, advirtiendo que sin derechos laborales no había libertad de expresión real, solo disciplinamiento empresarial y gubernamental.
Finalmente, Ottaviano llamó a reaccionar con la misma fuerza que en las luchas anteriores. Alertó que el artículo 195 del proyecto oficial buscaba borrar de un plumazo los fondos de financiamiento que sostenían al cine, la música, el teatro público y la comunicación democrática. Definió el paquete como “una bomba atómica contra la cultura y el periodismo”, y planteó la pregunta central: si durante 70 años el pueblo había defendido estos derechos, ¿qué iba a hacer ahora para frenar este nuevo intento de destrucción? En ese sentido, convocó a organizarse y a sostener la memoria histórica para impedir que Milei y su junta avancen con la derogación del Estatuto del Periodista Profesional.
