El médico Donato Spaccavento explicó los alcances de la intervención quirúrgica a la que fue sometida la ex presidenta y aseguró que se trató de un procedimiento sencillo, con buena evolución y sin complicaciones.
El médico clínico Donato Spaccavento afirmó que la intervención quirúrgica a la que fue sometida Cristina Fernández de Kirchner corresponde a una práctica “habitual y de baja complejidad”, realizada actualmente con técnicas mini invasivas que permiten una recuperación rápida. Así lo señaló en diálogo con el programa Caballero de día, al referirse al cuadro de apendicitis que motivó la operación.
Spaccavento explicó que, a diferencia de las cirugías tradicionales, hoy el procedimiento se realiza por laparoscopía, con pequeñas incisiones, lo que reduce el dolor postoperatorio y los tiempos de internación. “En general, si no hay complicaciones, el alta se da entre las 48 y 72 horas”, precisó.
El especialista indicó que la apendicitis es una afección frecuente, causada por la inflamación e infección del apéndice, un órgano que no cumple una función vital en el organismo. “El único tratamiento efectivo es quirúrgico y, aun con las técnicas antiguas, siempre fue una operación sencilla”, remarcó, al tiempo que destacó que suele ser una de las primeras cirugías que aprenden los médicos residentes.
Consultado sobre la posibilidad de un cuadro de peritonitis, Spaccavento señaló que se trata de una complicación que puede agravar el estado clínico cuando la infección se extiende al peritoneo, la membrana que recubre los órganos abdominales. No obstante, aclaró que, según la información oficial, el diagnóstico fue realizado a tiempo y la evolución fue favorable.
“El diagnóstico de apendicitis no siempre es inmediato, porque a veces comienza con síntomas inespecíficos como malestar general, fiebre o vómitos, y recién con el correr de las horas se localiza el dolor”, explicó, descartando versiones sobre supuestos errores médicos.
Finalmente, el médico aseguró que la extracción del apéndice no genera consecuencias para la vida cotidiana del paciente. “Se hace vida normal. Es un órgano sin una función específica, apenas una relación mínima con el sistema inmunológico”, concluyó, y llevó tranquilidad sobre el estado de salud de la ex mandataria.