En su columna en Un Buen Comienzo (lunes a viernes de 7 a 8hs por AM 530), Cynthia Ottaviano analizó junto a los reporteros gráficos Guido Piotrkowski y Eliana Obregón, integrantes de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), la creciente hostilidad contra la prensa durante el gobierno de Javier Milei. “Cubrir la violencia del gobierno de Milei es intenso”, resumió Piotrkowski, al describir un escenario en el que la represión y la estigmatización de periodistas se convirtieron en parte del paisaje cotidiano.
En ese sentido, Ottaviano recordó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos convocó al Estado argentino a rendir cuentas el 19 de noviembre, tras las denuncias de organizaciones como ARGRA, FOPEA, CELS y Amnistía Internacional. Según relató, el relator Pedro Vaca “constató el aumento de agresiones, discursos de odio y hostigamiento judicial hacia periodistas y fotógrafos”. También advirtió sobre la “criminalización de las protestas y las trabas en el acceso a la información pública”, en un contexto de vaciamiento y persecución en los medios estatales.
Más adelante, Piotrkowski relató la crudeza de su trabajo en las calles: “Desde que se activó el protocolo de Bullrich, fue tremendo. Nos gasean, nos golpean y nos detienen”. Obregón agregó que la violencia se volvió parte de la rutina: “Todos los miércoles vemos cómo le pegan a un jubilado, a un fotógrafo, a una fotógrafa. Se volvió folclórico, pero deja de ser noticia”. Ambos coincidieron en que hoy el fotoperiodismo “se ejerce en un escenario de guerra”, y que muchos profesionales debieron reemplazar sus herramientas de trabajo por elementos de protección como cascos, máscaras y gafas.
Finalmente, Ottaviano subrayó la necesidad de mantener viva la memoria y la denuncia frente a este clima de hostilidad. “Todavía seguimos reclamando por Cabezas, por Mario Bonino, por Miguel Bru”, recordó, en alusión a los crímenes contra la prensa en la historia reciente. Y concluyó que, como enseñaron las Madres, “cuando no hay eco en la Argentina, hay que buscarlo afuera”, en una clara señal de resistencia frente a un gobierno que ataca sistemáticamente el derecho a informar y a ser informado.
