En Bonavitta en 530, Felicitas Bonavitta dialogó con el actor Cristian Calandra, reconocido por encarnar a Papá Noel en distintos eventos y shoppings, sobre el inicio de su particular temporada alta. Desde el comienzo de la entrevista, el actor sorprendió al afirmar: “Para mí empieza en noviembre”, dejando en claro que su trabajo navideño siempre comenzaba varias semanas antes de lo habitual.
En ese sentido, Calandra explicó la dinámica de su labor y cómo se multiplicaban las actividades a medida que se acercaban las fiestas. “Empezamos dando vueltas con los bomberos, con la autobomba, después visitando pueblitos”, relató, destacando que gran parte de esas participaciones las hacía “con el corazón”, porque muchos lugares no podían pagar. Más adelante añadió que incluso debía trasladarse “en moto, vestido de Papá Noel”, ya que no siempre había tiempo para cambiarse entre una actividad y otra.
Más adelante, el actor compartió anécdotas que acumuló en sus diez años como Papá Noel, desde accidentes hasta situaciones tiernas y desopilantes. “Que se te hagan caca arriba es una pavada”, contó entre risas, y relató cómo una vez su hija casi lo reconoce en plena calle mientras él intentaba sostener la barba para que no volara con el viento. También recordó momentos caóticos en shoppings: “Hubo tumultos porque Papá Noel se tenía que ir y no te dejan”, explicó.
Finalmente, Calandra se detuvo en el sentido profundo de la celebración, diferenciándose —según él mismo dijo— como “uno de los Papá Noel rebeldes”. Remarcó que “muy pocas veces se toma conciencia de que festejamos el nacimiento de Jesús” y cuestionó el costado consumista de la fecha. Con el mismo ímpetu, concluyó que la Navidad “es el día donde más amor hay en el aire”, invitando a recuperar el espíritu familiar y comunitario incluso en tiempos donde, por más que a Milei y su junta les moleste, la solidaridad sigue siendo un valor que persiste.
