Lucía Cámpora, candidata a Diputada nacional por Fuerza Patria y Secretaria General de La Cámpora, dialogó con Felicitas Bonavitta y equipo de Bonavitta en 530 (AM 530-Somos Radio, lunes a viernes de 12 a 14hs). La conversación tuvo lugar en una fecha cargada de significado: el tercer aniversario del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner. En ese marco, Cámpora remarcó la gravedad del hecho y la persistente omisión de los grandes medios, que, según señaló, “tienen siempre las cámaras en vivo prestas para cubrir la causa inventada de Vialidad, pero que no cubren el juicio por el intento de asesinato a quien fue dos veces presidenta de nuestro país”.
En su análisis, la dirigente subrayó que el juicio en curso sólo apunta a los autores materiales, Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, pero evita profundizar sobre la trama política y económica detrás del atentado. “Incluso obteniendo sentencia quizás a fin de este año, nosotros ya sabemos que vamos a seguir sin saber quién mandó a matar a Cristina, porque eso la justicia no lo investiga”, afirmó. Para Cámpora, la falta de avances en la investigación responde a un claro accionar de encubrimiento: “Los pasos que dio la jueza Capuchetti son en sí mismos actos de encubrimiento, de obstrucción de la investigación”.
Más adelante, recordó episodios concretos que demuestran la parcialidad judicial, como la desaparición del contenido del celular de Sabag Montiel, la negativa a citar al diputado de Juntos por el Cambio Gerardo Milman —señalado en un testimonio clave por anticipar el atentado— y la falta de medidas contra la empresa de la familia Caputo, que transfirió millones a Revolución Federal, organización ultraviolenta vinculada con los atacantes. “Una jueza Capuchetti que también se resistió a investigar por qué la empresa de la familia Caputo transfirió millones de pesos a Revolución Federal, esa organización que llamaba a matar a Cristina”, remarcó.
En sintonía con la consigna del acto convocado este 1° de septiembre, Cámpora cerró con una definición contundente: “A Cristina el pueblo la quiere votar y la mafia la quiere callar”. Con esa frase buscó sintetizar la dimensión política del atentado, la complicidad mediática y judicial en torno al caso y la vigencia del liderazgo de la vicepresidenta.